La junta de gobierno de la Real Academia Sevillana de Ciencias ha aprobado un pronunciamiento institucional respecto al proyecto de restauración de las Reales Atarazanas, construidas en 1252 y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), considerando que "la investigación" acometida es "insuficiente", resulta "contraproducente añadir peso encima de las bóvedas" y la eliminación de las "construcciones efímeras" sobre las mismas evitaría tener que aplicar hormigón a los pilares originales.
En el documento relativo a este pronunciamiento de la junta de gobierno de la Real Academia Sevillana de Ciencias, recogido por Europa Press, la citada institución expone que "la investigación de la estructura, cimentación y sucesivos rellenos del edificio es notoriamente insuficiente", mientras "las características geotécnicas" del terreno "serían determinantes en el cálculo de posibles sobrepesos y excavaciones". "Ni siquiera se ha examinado con detalle el estado actual de las bóvedas que necesitarían ser restauradas", expone la institución.
En consecuencia, razona la institución que "el proyecto de restauración debe considerar los efectos de cualquier acción sobre la estabilidad actual y futura" del monumento, determinando expresamente que "sí se considera contraproducente añadir peso encima de las bóvedas y más bien sería conveniente eliminar parte de las construcciones efímeras que existen actualmente", sobre todo para "evitar tener que reforzar la cimentación con un importante volumen de hormigón que comprometería futuras o actuales excavaciones".
Y mientras el proyecto ha sido retocado para incorporar una excavación arqueológica de 1.200 metros cuadrados localizados junto a la muralla almohade del monumento, al objeto de recuperar la cota original de las atarazanas primitivas en este sector concreto del recinto, la Real Academia Sevillana de Ciencias ve "lógica una excavación parcial del edificio para poner de relieve el estado de las Atarazanas en sus orígenes como astillero medieval".
"Parece oportuno solicitar, más allá del cumplimiento reglamentario del Código Técnico de la Edificación, una atención específica a la iluminación natural y la mejora ambiental del entorno", concluye el acuerdo de la junta de gobierno de la Real Academia Sevillana de Ciencias.
LAS ATARAZANAS
El proyecto de restauración y adaptación del monumento, promovido por la Junta de Andalucía como titular del mismo y la Fundación La Caixa como entidad concesionaria de su gestión, ha sido diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra y ha desencadenado un intenso conflicto a cuenta del rechazo de los colectivos conservacionistas.
El diseño plantea restaurar y adaptar como centro cultural el citado recinto histórico, formado por restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX.
Pero aunque la iniciativa cuenta con aval de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico e incluso licencia de obras, los colectivos conservacionistas lo tachan de "crimen patrimonial". Principalmente, critican que la iniciativa no recupere en su totalidad la cota original del monumento y prevea "la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior", con la instalación de "varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado", entre otros aspectos.
Además, critican la previsión de incorporar "micropilonos de hormigón a los pilares originales", lo que a su juicio supone "introducir elementos nuevos disruptivos con el entorno y contrarios a la conservación íntegra" del monumento, sobre todo porque los micropilonos de hormigón "no salvaguardan el patrimonio arqueológico" del monumento.
LA COTA ORIGINAL DEL MONUMENTO
Dado el caso, la Consejería de Cultura y la Fundación La Caixa han anunciado que el proyecto incorporará una excavación en la parte de la muralla almohade con una superficie de 1.200 metros cuadrados, que permitirá la recuperación integral de la muralla hasta la cota original de las atarazanas primitivas.
Al respecto, por cierto, el informe emitido por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos por sus siglas en inglés) señala que el proyecto de intervención adolece en mayor o menor medida de una "carta de riesgos, estudios previos y un plan director", recomendando "suspender" la actuación hasta la redacción de tales documentos, para someter después el proyecto a las determinaciones de la carta de riesgos o el plan director.