El Ayuntamiento de Madrid seguirá el ejemplo del de Sevilla y convocará entre el 15 de diciembre de este año y el 15 de febrero de 2017, siempre en función de si se celebran o no unas terceras elecciones generales, lo que califica como la primera consulta ciudadana en la historia de la capital de España, al modo de la organizada aquí por Espadas sobre la Feria de Abril.
Sevilla ha abierto una segunda etapa de consultas populares (anteriormente se celebraron otras, pero de carácter puntual y sin ánimo de continuarlas, en diversos municipios de nuestro país), que más ayuntamientos están dispuestos a seguir, como es ya el caso del Consistorio de Madrid, gobernado por Manuela Carmena.
El paralelismo empieza hasta por el nombre de la herramienta de participación: se pasa del Decide Sevilla al Decide Madrid. En el caso madrileño se trata de una página web específica del Ayuntamiento en la que se permite abrir debates ciudadanos, a partir de los cuales se suscitan propuestas para que sean sometidas a votación popular siempre que cumplan el requisito de cosechar un mínimo de 27.064 apoyos en Internet, cifra que supone el 1% de los madrileños mayores de 16 años empadronados, los que tendrán derecho a voto.
Procesos sociales
Además, el gobierno municipal somete a la elección de los madrileños alguna de sus iniciativas, a las que denomina procesos sectoriales. Así ha puesto en sus manos la decisión de elegir el nuevo diseño de los bancos que se colocarán en plazas y parques, a partir de doce diseños diferentes. En total se han registrado 7.996 votos y los tres modelos finalistas han recibido 1.730, 1.114 y 1.704 sufragios, respectivamente.
El tercer elemento del proyecto son los Presupuestos participativos: el Ayuntamiento ha reservado 60 millones de euros de inversiones para que sea la gente la que decida qué proyectos ejecutar, conforme a los votos obtenidos. El Consistorio asume la decisión como vinculante y la aplicará en los Presupuestos de 2017.
Dos superan el requisito
Entre los proyectos más votados para su realización figuran la formación para sacar a las personas sin techo de su situación de exclusión social (se ha dotado con 4 millones de euros), la creación de guarderías infantiles (3 millones), cambiar toda la iluminación y poner lámparas LED, las más eficientes y que más energía ahorran (3 millones), crear centros de día para personas con Alzheimer (2 millones de euros) y tejados verdes y placas solares (2,8 millones de euros).
En materia de sugerencias y propuestas para ser sometidas a referéndum popular, se han llenado nada menos que 434 páginas del portal, con lo que a una media de 25 por página el resultado supera con creces las 10.000 iniciativas.
Las dos propuestas que han cosechado los al menos 27.064 apoyos en Internet para ser sometidas a consulta popular son una relativa al billete único para el transporte público y otra denominada “Madrid 100% sostenible”. En el primer caso se pide que se den facilidades a la intermodalidad y que se permita cambiar de medio de transporte público (del Metro al autobús, por ejemplo) sin pagar más dinero durante un periodo de al menos 90 minutos.
En el segundo, se pide que la ciudad no amanezca con una boina de contaminación gris, que desafíe a las compañías eléctricas, que se potencien las energías renovables y que a ninguna familia le corten la luz el próximo invierno. Para ello, se exige que el Ayuntamiento se comprometa a firmar y cumplir el manifiesto “Madrid, ciudad sostenible”, con catorce medidas ecológicas.
Si es de calado, consulta
En los casos en los que la propuesta ciudadana sea de mucho calado se haría una consulta en toda regla, en los colegios electorales, aunque para ello sería necesario que la alcaldesa la solicitara, el pleno del Ayuntamiento la aprobara por mayoría y después la autorizara el Gobierno de la nación, tal como está estipulado en las leyes.
El gobierno municipal, al igual que ha ocurrido con el Ayuntamiento de Sevilla, será el garante de que el sistema de consultas ciudadanas funcione y no sea saboteado, y se ha comprometido a que no haya tutela política de este tipo de procesos.