¿Qué se nos viene a la mente al pensar en golf? Muchos contestarían que es un deporte de ricos y pijos. Otros dirían que sólo lo practican personas mayores que buscan matar el tiempo jugando. Nada más lejos de la realidad. Un claro ejemplo de ello es María Valle García de Dionisio, una golfista de 22 años que aspira a ser una golfista profesional.
Esta joven siempre ha sido una apasionada de los deportes. Comenzó practicando atletismo y compitiendo a nivel nacional pero debido a una lesión en el gemelo, se vio obligada a abandonarlo. Tras esto inició su andadura en el golf junto a su padre en 2008, con tan sólo 15 años. Tras muchos meses de altibajos con su entrenadora Concha Villarreal, María decidió hace apenas un año centrar toda su vida y su futuro profesional en este deporte haciéndose socia del
Real Club de Golf de Sevilla. Su perseverancia y pasión por el golf hacen que poco a poco vaya mejorando y bajando su hándicap hasta que, en un futuro no muy lejano, espera pasar las pruebas para convertirse en jugadora profesional.
Su vida ha cambiado en muchos sentidos en los últimos ocho años. “Este es un deporte que requiere una gran preparación física y sobre todo psicológica”, dice. Gracias al apoyo de sus padres y amigos y, sobre todo, al de su entrenadora, María ha madurado, se ha centrado en lo que verdaderamente le gusta y dice haber aprendido a valorar las cosas de otra forma ya que ésta es una
“filosofía de vida”.
Todo su esfuerzo se ve recompensado cuando consigue superarse a sí misma en los torneos y campeonatos locales y nacionales. En el ámbito local ha ganado más de 20 y a nivel nacional ha jugado en el Campeonato de España de Golf Femenino. Asimismo, el pasado 5 y 6 de noviembre participó en el
Gran Premio Copa Maestranza, donde quedó segunda en la clasificación hándicap femenino con 38 puntos.
Su amor por el golf hace que no llegue a comprender por qué
“una gran parte de la sociedad lo infravalora”. María apunta que, aunque la gente crea, sin conocerlo, que es un deporte muy aburrido y pausado, los golfistas necesitan hacer un gran esfuerzo físico y mental y es necesario “estar concentrado las cinco o seis horas que puede durar un torneo como el del pasado fin de semana”. Los golfistas tienen que jugar al aire libre y caminar varios kilómetros por el campo, aunque las condiciones climatológicas no acompañen. El Gran Premio Copa Maestranza fue un campeonato muy duro para ella puesto que “todo se vuelve más difícil cuando hay fuertes rachas de viento o llueve” y, aun así, hay que permanecer perseverante y concentrado todo el tiempo. Por ello, esta joven golfista anima a la gente a probarlo antes de opinar sobre él sin conocerlo ni entenderlo.
La "indignación" por el poco apoyo al golf en España se extiende más allá de la opinión de los ciudadanos según manifiesta María Valle. “Nos ha costado mucho esfuerzo que el golf formara parte de los Juegos Olímpicos. Éste ha sido el primer año y, aunque en muchos países como Estados Unidos el golf es un deporte prestigioso y relevante, en España siento que se deja al margen” expresa indignada. Denuncia que en los propios medios de comunicación,
el golf es “el gran olvidado” y apenas se emiten noticias sobre él o los logros de los profesionales. Es cierto que durante los Juegos Olímpicos en los medios no se hacía hincapié en la participación española, primando la notabilidad de otras disciplinas frente al golf. Aun así, María, a sus 22 años, se siente muy orgullosa del deporte que practica y espera ser una gran profesional del sector y llegar a jugar en los Juegos Olímpicos algún día.