Tras haber detectado hace apenas dos semanas pintadas sobre varios de los monolitos conmemorativos ubicados en los Jardines de María Cristina y también sobre el monumento erigido en honor a Castelar en la confluencia de dicho espacio con la Puerta de Jerez, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense ha limpiado dichos elementos arquitectónicos para eliminar los grafitis.
Estas pintadas, hechas tanto con rotulador permanente en diverso grosor como con pintura sintética y aerosoles, habían sido descubiertas durante una inspección los días 21 y 22 de diciembre, y afectaban a seis de los monolitos ubicados en estos jardines, algunos de los cuales sirven para nominar los distintos paseos y glorietas que lo circundan. Asimismo, se habían producido pintadas sobre el pedestal del monumento realizado en su día por el escultor Manuel Echegoyán como homenaje al político republicano Emilio Castelar, que se emplaza justo en la esquina de los Jardines de María Cristina con la Puerta de Jerez.
Para las tareas de limpieza, que han sido realizadas por una empresa especializada en la conservación y restauración de monumentos y que tiene encomendada estas funciones por ese organismo adscrito a la Delegación de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, se ha empleado un tratamiento adecuado y se ha aplicado también un protector antigrafiti.
La Gerencia de Urbanismo realiza anualmente, y desde 2009, campañas de limpieza de grafitis en las esculturas y los grupos monumentales distribuidos por la ciudad en los que se detectan estas agresiones, destinando unos 15.000 euros anuales a los trabajos. Si bien cada año se detecta una menor presencia de pintadas en los grupos escultóricos y monumentales de Sevilla, gracias a una mayor concienciación ciudadana, sí se aprecia un cambio en el uso de los materiales empleados para realizar estos actos vandálicos con respecto a etapas anteriores.
AHORA CON ROTULADORES
La mayoría de estas pintadas se hacen ahora con rotuladores de tinta indeleble y acrílicos, frente los grafitis realizados con aerosoles, que proliferaban hasta hace unos años. La gravedad de las pintadas realizadas con rotulador radica en el carácter de la tinta, que posee un elevado poder de penetración en superficies pulidas. Para eliminarlas, la Gerencia de Urbanismo utiliza técnicas pioneras, muy vanguardistas, basadas en productos ecológicos, biodegradables y no inflamables, que no agreden en absoluto a los materiales, respetando color y texturas en su integridad, pero que permiten erradicar totalmente las pintadas.
La obra más dañada a causa de las pintadas que se realizan sobre la misma es el monumento al Vendedor de Prensa, situado en la confluencia de Lumbreras y Torneo. Y le siguen los Monumentos a Fray Bartolomé de las Casas, al General San Martín y a la Duquesa de Alba.