Uno de los ocho detenidos por los disturbios ocasionados durante la 'Madrugá' en varias calles de Sevilla, de nacionalidad senegalesa, ha sido puesto en libertad, y se ha confirmado que gritó en plena calle varias veces la frase 'Alá es grande'.
Así lo ha comunicado en rueda de prensa el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, que ha señalado que este hombre ha sido puesto en libertad con cargos y ha descartado que tenga relación con ningún grupo islamista.
Gil-Toresano ha confirmado también que algunos detenidos gritaron consignas a favor de ETA en las calles para crear el pánico en varias zonas y se está investigando si hay relación entre ellos.
Además del ciudadano senegalés, del que no han trascendido datos, los otros siete detenidos son todos naturales de Sevilla -con 47, 46, 45, 19, 19, 22 y 21 años de edad-.
Asimismo, el delegado de Seguridad del Ayuntamiento hispalense, Juan Carlos Cabrera, ha informado de que la persona ingresada en la UCI con heridas graves ya ha pasado a observación al haber mejorado su estado y, aunque no ha confirmado su identidad, ha indicado que tiene más de 60 años de edad y fue arrollada cuando estaba en su silla de la carrera oficial.
Según Cabrera, todo indica que "se inició en una primera pelea, con la intención de efectuar carreras para que cundiera la histeria" y ha mostrado su repulsa por estos actos vandálicos" protagonizados por "gamberros", "golfos", "calaña humana", "sinvergüenzas que no merecen pisar esta ciudad", "una basura humana".
Cronológicamente, Gil-Toresano ha informado de que la primera detención se produjo a las 3:30, concretamente la del ciudadano senegalés, que tiene antecedentes penales por delitos comunes, y a las 4,20 horas fueron detenidos tres vecinos de Sevilla en la calle Marqués de Paradas, a los que se imputan delitos de desórdenes públicos.
Se cree que estos tres detenidos fueron "vociferando consignas relacionadas con ETA" desde la calle Alfonso XII a Marqués de Paradas, y a las 6:00 fueron detenidos dos más jóvenes, de 19 años, en la plaza de El Salvador, a los que se imputan delitos por desórdenes públicos y contra el sentimiento religioso.
Las últimas dos detenciones se llevaron a cabo en la calle Argote de Molina, cuando estaba muy cerca la hermandad de La Macarena y gritaron varias veces 'Alá es grande', "pero ni tienen que ver con islamistas ni con ningún otro grupo conocido", ha asegurado.
Juan Carlos Cabrera ha señalado que lo que se sabe hasta ahora "no indica que haya que apostar por algo organizado, pero tampoco se puede descartar", y ha avanzado que evaluarán lo que ocurrió no sólo en las redes sociales sino también las cámaras de los locales y las televisiones, y las declaraciones de los detenidos.
Incluso, la investigación estudiará las redes sociales de los detenidos para ver su movimiento en los días previos a la Semana Santa, o bien si hay relación entre los que fueron detenidos en distintas zonas de la ciudad.
Ha admitido que "la Madrugá está tocada", pero ha advertido de que "no van a conseguir jamás terminar con este día tan grande".
Asimismo, ha lamentado el fallecimiento de un nazareno del Gran Poder, que murió poco después de terminar la estación de penitencia, si bien no lo ha relacionado con los disturbios.