El presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y provincia, Manuel Cornax, ha instado a que se reconsidere el rechazo obtenido en el pleno de aprobación inicial de las ordenanzas fiscales para 2018 la propuesta socialista de que la tasa por cambio de uso de vivienda residencial a turística pase de 24 a 300 euros, unas viviendas que se apostaba por que pagaran la tasa de basura también como un hostal.
Esta propuesta sólo obtuvo el apoyo del PSOE, cosechando el voto contrario del resto de formaciones, algo ante lo que Cornax ha dejado claro que es necesario que se considere a este tipo de viviendas "como lo que son, una actividad económica".
Cornax ha indicado a Europa Press que un hotel ha de pagar los impuestos y tasas como una actividad económica, no como una residencia, algo que considera que también habría que aplicar a estos pisos turísticos. Por ello, considera lógica la tasa por el cambio de uso y medidas similares y pide que "se reconsidere por todos los medios" la situación de esas viviendas.
"No se entiende por qué un bar paga unos impuestos y el piso turístico que está encima no lo hace", insiste. Además, apunta a las "tremendas" tasas de basura que abonan los hoteles, "colaborando para que las economías domésticas paguen menos", pero advierte de que los pisos turísticos "dejan un lucro importante para sus dueños y como tal hay que tratarlos". "Es lógico que paguen en proporción a eso", incide.
En este marco, señala que se está produciendo una "turistificación" del centro de la ciudad y que hay que actuar frente a ese impacto. Cornax espera que esto se aborde en profundidad una vez que se tenga el informe que el Consorcio de Turismo elabora al respecto, previsto para final de año, y que determinará la dimensión del fenómeno.
Al respecto, valoraría el desarrollo de figuras similares a la declaración de zonas acústicamente saturadas en relación a estos pisos turísticos, recordando que la convivencia puede complicarse en las comunidades de propietarios donde se multiplican estas viviendas turísticas, ya que "no están preparadas con medidas acústicas, como sí lo están los hoteles, y los visitantes vienen a divertirse". "No se debe primar este uso sobre el residencial", agrega.
