La plataforma ciudadana, surgida a principios del mes pasado con el objetivo de denunciar los escándalos de las inmatriculaciones llevadas a cabo por la jerarquía de la Iglesia Católica, ha registrado en el día de hoy una carta dirigida al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, solicitando la lista de bienes inmatriculados en Sevilla “al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria desde el año 1978”.
Desde la ‘Plataforma en defensa del patrimonio de Sevilla’ agradecen a Asenjo “su predisposición a dar luz y transparencia a esta cuestión”, después de que declarara ante los medios de comunicación que no existía “ningún inconveniente en las diócesis, parroquias o hermandades en que se acceda a esa información porque no hay nada que ocultar".
Después de que el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobara una moción para recabar esta lista de inmuebles de los Registros de la Propiedad, se ha querido interpelar directamente al Arzobispo. “Dado que no ve ningún inconveniente en la petición, esperamos que no ponga impedimentos para hacer pública la lista", afirman los portavoces de la Plataforma.
En la misiva, registrada en el Palacio Arzobispal de la capital hispalense, la ‘Plataforma en defensa del patrimonio de Sevilla’ aclara los motivos por los que tilda de “escándalo” el proceso de las inmatriculaciones. Y es que “no sólo se haninmatriculado bienes de potencial uso religioso pero que pertenencen al Patrimonio de la Humanidad, sino que también se han inmatriculado bienes documentadamente públicos, como plazas, kioscos municipales, cementerios, murallas, castillos o directamente casas, locales comerciales, garajes, terrenos rústicos o caminos”.
El texto recoge varios casos de la ciudad de Córdoba, como las plazas públicas del Pocito, la del Triunfo de San Rafael o el popular y céntrico quiosco de San Hipólito.“Son muchos los ejemplos a lo largo de la geografía española que demuestran una forma de actuar que será legal pero no es legítima”, afirman desde la Plataforma.
En Sevilla se tiene constancia de la inmatriculación de la Catedral y sus “dependencias anexas” (Giralda y Patio de los Naranjos), por eso la Plataforma pregunta al Arzobispado por otros bienes inmuebles que hayan sido “inscritos por la jerarquía católica sevillana a su nombre sin título de propiedad aprovechando el vericueto de la Ley Hipotecaria”.