A lo largo de estos dos meses de crisis sanitaria, más de 100 empresas que forman parte del movimiento
#EstoNOtienequePARAR han expuesto sus casos, a través de los medios de comunicación de todo el país, como ejemplo de empresas que no interrumpen su actividad y apuestan por salir de esta situación reforzados. Desde ayer, el 70% de la población vuelve poco a poco a la normalidad y muchos empresarios, negocios y trabajadores comienzan a levantar las persianas de sus establecimientos, bajo estrictas medidas de seguridad pero con la ilusión del primer día.
Madrid y Barcelona, las ciudades que agrupan gran parte de la actividad comercial del panorama nacional, todavía no tienen fecha de poder dar luz verde a la reapertura de los establecimientos. Actualmente, según la fuente arriba mencionada solamente el 17% de los comercios madrileños y el 23% de la ciudad condal han podido retomar parte de su actividad. Son muchas las marcas, de servicios no esenciales, que se reinventan y empiezan a retomar su actividad ofreciendo la recogida de pedidos online en sus establecimientos, sin contacto físico. Con estas pequeñas acciones de activación, las empresas buscan acelerar poco a poco la recuperación económica.
Otras ciudades como Tarragona, Teruel, Sevilla o Valencia ya han subido las persianas de sus locales y recibido a sus primeros clientes tras dos meses de cierre. Varios negocios que forman parte del movimiento
#EstoNOtienequePARAR como El Lloro de la Negrita, el restaurante Txantxangorri, Nirvana, almacenes Velasco, Dormitienda o Hannover ya se encuentran en esta situación. En esta vuelta a la actividad donde todavía hay mucha incertidumbre y desconocimiento, algunos empresarios nos cuentan cómo se reactivan.
Los responsables de los negocios coinciden en que habrá cambios importantes a partir de ahora. “Nosotros, los empresarios, somos clave para solventar la crisis. Debemos, dentro de las posibilidades, mantener a los trabajadores y el nivel que teníamos antes. El mundo y los negocios van a cambiar a partir de ahora” comenta Mercior Bustos, propietario de El Lloro de la Negrita.
Manuela Silvestre, propietaria de tienda Nirvana, “Tenemos que volver a movernos con conciencia. Hay que salir y consumir, cada uno dentro de sus posibilidades económicas. La gente a partir de ahora será más consciente de la importancia del pequeño negocio para la vida y los centros de las ciudades”.
Los comercios tendrán que adaptar su actividad tanto a las nuevas tecnologías y digitalización como a las medidas de seguridad en los establecimientos físicos. “Estos dos meses de cierre de los locales hemos seguido en contactos con nuestros clientes. Hemos puesto el foco en la tienda online”, Mónica Duart, propietaria Dormitienda.
Luis Bodes, propietario de tiendas Hannover resalta: “Notas en el equipo una gran ilusión por volver a trabajar y enfrentarse al día a día de nuevo”. La vuelta al trabajo ha generado mucha satisfacción y alegría entre los empleados y usuarios de los establecimientos. El sentimiento de una vuelta a la normalidad ha sido un momento esperado con mucha emoción.
“La reacción de los clientes nos ha sorprendido gratamente, están muy concienciados y tienen un gran sentido de la responsabilidad y seguridad que nos motiva aún más a seguir y disfrutar de este momento. Vemos que poco a poco saldremos de esta situación y que siendo prudentes y cautelosos volveremos a la normalidad”, Ángela Abad, gerente de Almacenes Velasco.
Bernardo González, propietario del restaurante Txantxangorri expone “Es importantísimo que todos podamos reactivar la economía. Todos tenemos ganas de volver a trabajar. Entre todos somos una cadena que no tiene que parar”. Las empresas que forman parte de
#EstoNOtienequePARAR opinan sobre la importancia de la conexión entre las diferentes empresas. Está reactivación de la cadena empresarial acelerará la recuperación de la economía productiva nacional. No es momento de ponernos límites. Es momento de acelerar.