Consejos naturales para correr la San Silvestre y tratar posibles lesiones

Publicado: 28/12/2014
El calentamiento y la hidratación, claves
Un año más, desde que en 1964 se disputara su primera edición, la 'San Silvestre Vallecana' vuelve a ser el acontecimiento ideal para cerrar el año para los 40.000 deportistas y aficionados que serán fieles a esta tradición. Para muchos, correr es un placer y hacerlo en una carrera popular tan numerosa y festiva como la San Silvestre aún lo puede ser más.

   Sin embargo, puede que el esfuerzo nos juegue una mala pasada por culpa de sobrecargas y lesiones. Para acelerar la recuperación y solventar los distintos trastornos se puede contar con la osteopatía y las terapias naturales.

   Sufrir durante una carrera sensaciones que molestan es algo habitual, bien por acomodación del ejercicio, por la fatiga o bien por una mala técnica. "Hay que escuchar al cuerpo para reconocer si el dolor puede ir más allá o sólo queda en un susto. Correr con dolores es una señal de que algo no va bien. Si después de 1 a 3 kilómetros perdura, continuar es un error". Igualmente, hay que parar si el dolor te obliga a correr mal, explica el responsable del Comité Científico de Osteopatía de la Asociación de Profesionales y Autónomos de la Terapias Naturales, Gabriel Díaz.

CÓMO PREPARARSE PARA CORRER

   Para que nuestro organismo salga invicto de una carrera como la 'San Silvestre' es fundamental realizar un adecuado calentamiento, hidratarse y estirar al finalizar, ya que antes de someter al cuerpo a un esfuerzo como éste, es necesario activarlo con una serie de ejercicios que lubriquen las articulaciones, aumenten la frecuencia respiratoria y cardiaca y el flujo sanguíneo a los músculos.

   Lo ideal es comenzar realizando de 3 a 10 respiraciones profundas y tranquilas, centrándonos a mantener todo el cuerpo relajado y animarse mentalmente. Visualizar, imaginar y sentir que todo va a ir bien, a pesar de los sufrimientos que puedan surgir en carrera.

   A continuación, conviene hacer movilizaciones articulares durante 5 minutos, acompañadas después por un trote suave de 10 minutos. Seguimos con estiramientos dinámicos y ejercicios de técnica de carrera para entrar en calor. Finalmente, terminamos con 10 repeticiones de aceleraciones cortas de unos 100 metros con elevada intensidad. "Es importante haber acabado estos ejercicios 10 minutos antes de que comience la carrera para no estar mucho tiempo inactivo y quedarse frío", destaca el experto.

   Otro punto a tener en cuenta antes, durante y después de la competición es la hidratación, que mejora el rendimiento y prepara al corredor de una manera adecuada ayudando en la prevención de lesiones. Lo mejor es beber agua, ya que es el líquido que más rápido absorbe el organismo.

   Como la 'San Silvestre' es una carrera de 10 km., con beber un litro y medio de agua 3 horas antes del comienzo y media botella superados los 5 km. de recorrido sería suficiente, si bien también es importante la ingesta de líquidos al finalizar el ejercicio.

   Aunque lo mejor es el agua, "en una fecha tan señalada se pueden tomar dos cervezas para brindar porque, en dosis moderadas en adultos, pueden favorecer una rápida rehidratación por su contenido en carbohidratos, minerales y vitaminas, e incluso contribuir a no padecer dolores musculares".

   Una vez alcanzada la meta, lo mejor es que el corredor se someta a una serie de estiramientos suaves y si hay dolor que se meta en un bañera con hielo por su efecto analgésico y antiinflamatorio.

LESIONES MÁS COMUNES TRAS LA COMPETICIÓN

   La práctica de 'running' en ocasiones supone encontrarse con lesiones de músculos, articulaciones, tendones y huesos de los miembros inferiores y de la espalda provocadas por las zancadas en las que el peso que se soporta en cada impacto de una manera reiterada puede llegar a ser triple del que se produce en un suceso traumático.

   Las lesiones más comunes en estos casos son contracturas musculares, roturas de fibras, tendinosis aquílea, fascitis plantar, dolor de rodilla por síndrome femoropatelar, periostitis tibial, esguinces de tobillo o rodilla, fracturas por sobrecarga en caderas, en parte inferior de la pierna o pie y trastornos de la zona baja de la espalda. También, eventualmente puede manifestarse lo que es conocido como 'pie de atleta'.

   Para recuperarnos de estas lesiones, la osteopatía ayuda a reconocer trastornos biomecánicos y sus causas en articulaciones, ligamentos, tendones, músculos o fascias, mediante el empleo de técnicas manuales. Así, el quiromasaje acelera la mejoría, puesto que oxigena y nutre los tejidos, drena sus residuos metabólicos y recupera su tono normal. También son buenas la naturopatía, la homeopatía y la acupuntura.

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