La ONG Plan Internacional ha lanzado este viernes el movimiento '#Girl4President' para reclamar a los líderes mundiales un compromiso global que garantice a las niñas el acceso equitativo a una educación Primaria y Secundaria básica obligatoria, gratuita y de calidad, así como su participación en las decisiones que les puedan afectar.
Mujeres del mundo de la cultura, la comunicación, la política y el deporte, como Elsa Punset, Elena Furiase, Carmen Alborch, Rosa Díez, Eugenia Silva, Amaia Montero y Lara Álvarez, entre otras, se han sumado a esta iniciativa, enmarcada en la campaña 'Por Ser Niña' de la ONG, en la que destacan la importancia que ha tenido su educación para su desarrollo profesional. Este viernes se ha unido Ana Rosa Quintana.
Todas ellas han compartido fotografías de su infancia con unas alas rosas, el símbolo de '#Girl4President', y el recuerdo de quién impulsó su carrera y su vocación cuando eran niñas. Estas fotos se han compartido a través de las redes sociales y la web del movimiento (www.girl4president.es), en la que los usuarios pueden subir sus propias fotos y sumarse a esta iniciativa.
Plan Internacional insta a las instituciones españolas a ceder espacios para que las niñas y adolescentes puedan dar su voz y su opinión en la toma de decisiones, pues, según su directora general, Concha López, su participación es "fundamental para asegurar la inclusión de sus problemas en las políticas".
Plan Internacional denuncia que, en el año en el que se han aprobado los Objetivos de Desarrollo Sostenible de naciones Unidas, todavía hay 62 millones de niñas en edad escolar que no van a la escuela. Las niñas representan el 55% de los menores de edad sin escolarizar en el sur de Asia, el 65% en el oeste de Asia y el 79% en el norte de África.
Además, alerta de que las niñas sufren numerosas violaciones de sus derechos que suponen serias barreras a su educación, como el matrimonio infantil forzoso, que afectará a 140 millones de niñas hasta 2020 si
continúa la tendencia actual, y la mutilación genital femenina, que han sufrido al menos 125 millones de niñas y mujeres en 29 países de África y Oriente Medio.