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España aceptaría una policía de fronteras si se precisa la autorización del estado para su intervención

Ha puesto en cuestión, no obstante, la conveniencia de crear un cuerpo de estas características porque entiende que "Europa no está para poner en marcha instituciones que luego quedan permanentes para hacer frente a coyunturas, por graves que sean, y que afecta a un país de los 28"

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El Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reiterado su rechazado a la creación de una nueva policía europea de fronteras por entender que afecta a la soberanía nacional aunque ha mostrado su disposición a estudiar la propuesta "si se modula la letra pequeña" y se precisa de la autorización previa de los estados ante una posible intervención.

   "Controlar las fronteras es competencia de los estados y estamos hablando de algo muy sensible, nosotros no aceptamos que se pueda imponer a un país que le vengan a controlar la frontera desde fuera, así de claro lo digo porque tenemos una policía y una guardia civil muy experimentada y nos bastamos y nos sobramos", ha indicado Fernández Díaz.

   No obstante, el titular de Interior, en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, ha admitido que "si la letra pequeña de esa iniciativa se modula y si se determina que será no violará la soberania nacional y se resuelven las cuestiones de fondo podríamos dar el visto bueno, pero la última palabra la tiene el Estado".

   Ha puesto en cuestión, no obstante, la conveniencia de crear un cuerpo de estas características porque entiende que "Europa no está para poner en marcha instituciones que luego quedan permanentes para hacer frente a coyunturas, por graves que sean, y que afecta a un país de los 28".

   En cuanto a la decisión de activar el artículo 26 del código de fronteras Schengen, que permitirá a los Estados miembros que lo deseen prorrogar hasta un máximo de dos años los controles que ya realizan de manera temporal alguno de ellos en las fronteras interiores, Fernández Díaz considera que "se está yendo a un endurecimiento de la política europea en materia de asilo y de lucha contra la inmigración irregular" fruto de la crisis provocada por la oleada de refugiados que está llegando a Europa.

   Fernández Díaz se ha mostrado, en cualquier caso, partidario de hacer lo posible para "encontrar el quilibrio entre preservar el código de frontera Schegen y garantizar la seguridad de las personas, porque el coste sería tremento"

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