La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria ha instruido diligencias en calidad de investigado a un hombre de 36 años por, presuntamente, atropellar a una niña de 13 años con una furgoneta y no auxiliarla. Posteriormente se denunció el robo del vehículo pero los agentes han comprobado que dicha sustracción no había ocurrido.
Por todo ello, se investiga a este hombre como presunto autor de los delitos de omisión del deber de socorro, daños intencionados a la propiedad y simulación de delito.
Los hechos se remontan al 10 de agosto, cuando una furgoneta atropelló a una niña en la carretera N-634, a la altura de Sobremazas, y el conductor no se detuvo a auxiliarla. La menor sufrió diferentes poli contusiones y quemaduras por arrastre de las que tuvo que ser atendida en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.
Únicamente se sabía entonces que se trataba de una furgoneta de color blanco
Dos días después, la tarde del 12 de agosto, la Guardia Civil fue avisada de que una furgoneta parecía haberse despeñado en Peñacabarga y estaba calcinada. Se verificó que no había ninguna víctima de lo que, en principio, podía ser un accidente.
Se investigó en el entorno de la empresa a la que pertenecía la furgoneta y uno de los empleados dijo que la habían sustraído. La empresa presentó la correspondiente denuncia por lo que parecía una sustracción e incendio intencionado de la misma, que tramitó el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT).
A estos agentes les resultó extraña la coincidencia de dos vehículos de características similares en sucesos diferentes, a pocos kilómetros uno de otro, y en un espacio de tiempo tan reducido.
Consiguieron averiguar la marca y el modelo de la furgoneta del atropello, que coincidían con el vehículo calcinado.
También dudaban de que la furgoneta hubiera sido sustraída y consiguieron diferentes pruebas que apuntaban a una simulación de delito.
Finalmente los guardias llegaron al convencimiento que se trataba del mismo vehículo, que la furgoneta no había sido sustraída, y que la persona que la conducía en el momento del atropello podía ser un empleado, quien, supuestamente, la incendió y arrojó en Peñacabarga para intentar ocultar pruebas de su implicación en los hechos.
El presunto autor ha sido localizado esta semana y se le instruyen diligencias en calidad de investigado.