Torremolinos

Cuando los ángeles pulsan las cuerdas de la Orquesta

La Joven Orquesta de Cámara Promúsica de Málaga cautivó y emocionó al público de Torremolinos

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  • Los jóvenes músicos -
Imponente y emotivo resultó el Concierto con que la Joven Orquesta de Cámara Promúsica de Málaga, bajo la dirección del maestro Javier Claudio Portales, deleitó el pasado 29 de enero al numeroso público que abarrotó el salón de actos del Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso de Torremolinos. La particularidad de este asombroso grupo de unos treinta instrumentistas que ejecutan admirablemente los distintos instrumentos de cuerda de una Orquesta de Cámara estriba en que todos sus componentes son chicos y chicas adolescentes que estudian en los distintos conservatorios malagueños. Esta jovencísima Orquesta cautivó plenamente los corazones de los sorprendidos oyentes, que no esperaban una ejecución tan nítida y conjuntada. Las ovaciones, merecidísimas, fueron largas, calurosas y estremecedoras.

Abrió el programa, selecto y ameno, la obra "Chacona", de Purcell, siguiéndole la "Sinfonía nº 12 en Mib", en cuatro tiempos, de Baguer. Una deleitable "Sinfonía de los Juguetes", de Mozart, despertó especial simpatía entre los oyentes debido a la extraordinaria participación de tres niños que acompañaron a la orquesta haciendo sonar con auténtica maestría unos graciosos instrumentos que ambientaron alegremente la sonoridad orquestal. De Tchaikovsky fue interpretada su "Canción triste" y, del maestro Joaquín Rodrigo, la "Canzoneta para violín y orquesta", en la que intervino como solista el violinista Javier Claudio, que demostró un singular control del arco, así como afinación, musicalidad y fraseo muy destacables. En atención a los prolongados aplausos del público, la orquesta interpretó dos piezas extras, "Pavana de España", de Praetorius, y el donoso pizzicato "Plink, Plank, Plunk", del compositor americano Leroy Anderson.

La Joven Orquesta de Cámara Promúsica de Málaga ofreció, en definitiva, un heterogéneo y delicioso concierto, de óptima calidad sonora, contrastes dinámicos claros y delicada ejecución, todo ello sin duda fruto de una excelente labor de ensayos con su director Javier Claudio, que en este destacado concierto de Torremolinos demostró además su destreza haciendo que los jóvenes instrumentistas utilizasen todo su potencial musical. Verdaderamente la Joven Orquesta sonó como los propios ángeles.

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