Torremolinos

Turistas de Honor de Torremolinos (1)

En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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En la primera semana de septiembre celebra Torremolinos el Día del Turista. En esa memorable jornada y en solemne acto, el Consistorio, en nombre del pueblo, demuestra el genuino agradecimiento del municipio a las personas visitantes y, en representación de todas ellas, distingue con el título de Turista de Honor al foráneo de gran popularidad que, de alguna manera, está relacionado con Torremolinos. Hasta el presente, catorce han sido los Turistas de Honor -todos ellos destacados personajes, generalmente del mundo artístico- desde que se estableciera el honorífico día de homenaje popular a las centenas de miles de forasteros que cada año nos honran con su visita.

Torremolinos ha reconocido como Turistas de Honor a lo largo de los últimos catorce años a: Normal Duval (1997); Rocío Jurado (1998); Marta Sánchez (1999); Chiquito de la Calzada (2000); Raúl Sender (2011); Isabel Pantoja (2002); Marifé de Triana (2003); María José Cantudo (2004); Augusto Algueró (2005); Manuel Giménez (2006); José Manuel Soto (2007); Diana Navarro (2008); Pastora Soler (2009), y Manuel Sarriá (2010). De todos ellos damos una breve reseña biográfica, a partir de la presente semana.

Muestra primera Turista de Honor, que recibió su nombramiento en 1997, es la popularísima Norma Duval. En la temporada 1976-1977, Norma era la supervedette del magnífico espectáculo de variedades que ofrecía en Torremolinos la única sala de fiestas-restaurante de la Costa del Sol, en su tiempo una de las más lujosas de España, ubicada en el Conjunto Residencial Las Estrellas y que fue bautizada como "Los Violines", asombrosa emulación de la afamada sala parisina del mismo nombre. La sala torremolinense de Los Violines, entre cuya clientela destacaba la flor y nata de la sociedad malagueña, se inauguró en 1973 y su primera artista invitada fue Rocío Jurado, precisamente nuestra Turista de Honor de 1998, cuyos datos biográficos sucintamente consideramos también en esta crónica.

Turista de Honor 1997, Norma Duval.- Conocida artísticamente como Norma Duval, Purificación Martín Aguilera nació en Barcelona el 4 de Abril de 1956. En su adolescencia se trasladó a la capital de España, donde en 1973 fue elegida como Miss Madrid, título que le abrió las puertas al mundo artístico, cuando Valerio Lazarov le propuso formar parte del elenco de actores de su compañía teatral. Tras un breve paréntesis junto a otras actrices en TVE, debutó como vedette de revista junto a Carmen Sevilla y posteriormente fue contratada como vedette principal del Teatro Lido.

Poco tiempo después formó su propio espectáculo de ballet con el que, tras su temporada en la Sala Los Violines de Torremolinos, comenzó a recorrer España y buena parte del extranjero, actuando con gran éxito en el prestigioso teatro parisino Folies Bergère. En los años ochenta intervino en varias películas junto a renombrados actores, alternando asimismo el cine con la televisión. Con todo, su especialidad fue el musical, del que estuvo considerada como una de las primeras estrellas mundiales. Tanto en el cénit de su carrera como después, ya siendo empresaria, Norma no dejó de visitar, en los días que le permitía su actividad, el Torremolinos que tanto contribuyó a su notable éxito artístico. Merecidamente, pues, le fue otorgado aquel primer galardón de Turista de Honor 1997.

Turista de Honor 1998, Rocío Jurado.- Bajo este abreviado y poético sobrenombre artístico rutiló la gran estrella de María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado, nacida en Chipiona el 18 de septiembre de 1946. Su esplendor se apagó para siempre aquel triste 1 de junio de 2006. De familia muy humilde, con solo quince años, tras el fallecimiento de su padre, se vio obligada a colaborar al sustento de los suyos trabajando de zapatera y recolectora de frutas. Ello no le impidió dedicar su tiempo libre a la nata afición de cantar. Ya hacía unos años que venía presentándose a los concursos de Radio Sevilla, donde en 1958 ganó su primer premio. Posteriormente comenzaría a ganar concurso tras concurso en otras emisoras, razón por la que recibió el apodo de "la Niña de los premios".

En 1960 fue contratada por Pastora Imperio para cantar en su tablao El Duende. Sus primeras canciones fueron netamente folklóricas. Con el tiempo, Rocío se inclinó más por la copla española, a la que insufló gran vitalidad cuando ya el género estaba declinando. Paralelamente adoptó el tipo de canción melódica moderna, decidiéndose por los trabajos del compositor Manuel Alejandro, que definitivamente catapultaron a Rocío a la fama, tanto en España como en Hispanoamérica. En 1973, ya en la máxima altura del estrellato, tuvo la gentileza de inaugurar en Torremolinos la sala de Fiestas Los Violines.

Precisaríamos todo un libro para describir la amplísima trayectoria artística de Rocío Jurado. Sus discos continúan acaparando gran parte de los espacios radiofónicos y televisivos. Y describir los premios y reconocimientos importantes por ella conseguidos dentro y fuera de nuestras fronteras, más de una larga cincuentena, ocuparía, si nos descuidamos, toda una biblioteca. No cabe duda de que ella mereció con toda propiedad ser nombrada en su día Turista de Honor 1998 de Torremolinos.

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