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Torremolinos

La devoción de una Semana de Pasión

Alegría, emoción, fiesta, tradición y ocio. Así es la Semana Santa de Torremolinos, una amplia oferta para todos los gustos que siempre deja buen sabor de boca tanto a visitantes como a vecinos

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  • Semana Santa Torremolinos -

La Semana Santa torremolinense no es, como algunos piensan, sólo para los creyentes. Además de las estupendas playas que nuestra ciudad ofrece y que en estas fechas se llenan de gente, cualquiera, vecino o visitante, puede disfrutar de las procesiones desde el punto de vista de la tradición, la cultura y la fiesta. Es una delicia pasear por las calles rebosantes de vida,  de personas, vibrar con ellas a través del sentimiento y la fe populares, respirar los olores a incienso y flores que embriagan los sentidos y deleitarse con el espectáculo colorista que estas manifestaciones religiosas nos ofrecen.


Asimismo, la Semana Santa de Torremolinos tiene un auge cada vez mayor y prueba de esto son las dos cofradías con las que cuenta el municipio y que con sus cuatro procesiones del Domingo de Ramos, Martes Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección, convierten Torremolinos durante toda la semana en un estallido de alegría, emoción, fiesta y tradición.
 
La Pollinica


El pasado 20 de marzo, ‘Domingo de Ramos’ el cielo gris amenazaba lluvia pero finalmente no llegó a descargar y vecinos y visitantes de Torremolinos celebraron con alegría e ilusión su primera cita con la Semana Santa cuando, inmediatamente después de la Eucaristía, oficiada por el párroco Rafael Pérez Pallarés,  se abrieron las puertas de la iglesia Madre del Buen Consejo para que el Trono que portaba la Imagen de Jesús a su Entrada en Jerusalén, iniciara el esperado recorrido por las calles de Torremolinos, con la relevancia especial de una amplia participación infantil que es siempre consustancial con esta alegre comitiva que conforma la Cofradía de Jesús a su Entrada en Jerusalén de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores.
Fue el primer capítulo de una Semana Santa en la que, a los ya conocidos atractivos turísticos que ofrece Torremolinos, se suman unos sencillos pero bellos y emotivos desfiles procesionales que cada año se confirman como el más genuino exponente del profundo apego del municipio a sus tradiciones.


Así, la Imagen de Jesús a la Entrada de Jerusalén, popularmente conocida como ‘La Pollinica’, comenzó su desfile procesional una vez cumplida la tradicional Bendición de las Palmas.
El conjunto escultórico estrenó el pasado año una túnica de marfil con capa roja y fue portado por alrededor de 60 hombres de trono que pasearon por las diversas calles torremolinenses la imagen de Jesús, pero este año como novedad, la Virgen María Reina de la Paz procesionaba por primera vez por Torremolinos.


Así, esta ha sido la primera Semana Santa  que la imagen de Nuestro Padre Jesús a su entrada en Jerusalén era acompañado por la Virgen María Reina de la Paz. Tallada por la escultora gaditana Ana Rey fue portada exclusivamente por 60 mujeres y estuvo custodiada por la Banda de Música de Alhaurín el Grande.

Martes Santo


La Cofradía Sacramental del Santísimo Cristo de la Sentencia y Nuestra Señora del Calvario en sus Misterios Dolorosos protagonizó el Martes Santo en Torremolinos con la salida penitencial de sus Titulares, el Santísimo Cristo de la Sentencia y la Imagen de Nuestra Señora del Calvario en sus Misterios Dolorosos.


Las dos tallas del imaginero José Dueñas recorrieron las calles a hombros de más de 180 hombres de tronos.  Las imágenes estrenaban medallas de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado donadas durante el triduo por miembros de estos cuerpos.


Uno de los momentos más emotivos de la procesión fue el paso de los tronos por la  avenida Palma de Mallorca y la peatonalizada plaza Costa del Sol, donde los ganadores del concurso local dedicaron saetas a los titulares.


El Cristo recorrió Torremolinos a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Amigos de la Música de Antequera, mientras que la Virgen lo hacía acompañada de la Banda de Cornetas y Tambores de Fusionadas.

Viernes Santo


Inmerso ya en el corazón de la Semana Santa, Torremolinos volvió  a vivir en plenitud un esperado Viernes Santo, definido por el desfile procesional de las Imágenes Titulares de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, el Primero realizado por el imaginero Paco Palma García en 1937, y la Segunda, atribuida a Paco Palma Burgos, hijo del autor de la Imagen del Cristo, que recorrieron las calles de Torremolinos en un cortejo formado por más de ochocientas personas.


La procesión partió de la Parroquia Madre del Buen Consejo, con la Cruz Guía a la cabeza, seguida de una Sección de nazarenos del Cristo vestidos con túnica y capirotes rojos, con cirios blancos, así como capa blanca para los mandos de la Sección.


La procesión contó con la presencia de los párrocos de las distintas iglesias del municipio y representaciones de las hermandades del Carmen, San Miguel, San Juan, del Calvario, Sagrado Corazón y del Rocío.


La Corporación Municipal también tomó parte en la procesión, junto a la cual desfilaron miembros de la Policía Local y Veteranos Paracaidistas. Participaron en el cortejo representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local  y Bomberos de Torremolinos.


Delante del Trono de la Virgen desfilará la Junta de Gobierno de la Cofradía y señoras ataviadas con la clásica  Mantilla.  El Trono de la Virgen fue portado por 80 hermanos quienes lucirán  túnicas negras, acompañado por la Agrupación Musical  “Arunda” de Ronda y la ya tradicional masiva promesa de fieles.


Además de la Salida y el Encierro, momentos también especialmente significados del conjunto del desfile procesional del Viernes Santo fueron, por su gran simbolismo y singularidad, los que se vivieron durante el paso por la emblemática calle San Miguel, estandarte del cosmopolitismo del municipio líder turístico que es Torremolinos y escenario propicio para la evidencia del contraste con los momentos de mayor recogimiento en el discurrir de la comitiva por las calles del barrio del Calvario, donde probablemente mejor se puede apreciar la inequívoca identidad andaluza de esta Semana de Pasión torremolinense, en cuyo Viernes Santo hubo también un momento especialmente esperado: cuando los Titulares, en el mismo corazón del barrio, se saludaron a las puertas de la Parroquia de Cristo Resucitado, como prólogo al tradicional encierro, al filo de la medianoche.

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