Podría ser peor, pero todo ha quedado en un pequeño susto, el que han tenido los hermanos de la Exaltación.
Había finalizado el quinario que la hermandad del jueves santo, pasaban las ocho y media de la tarde y se procedía a desalojar el templo, cuando un fuerte olor a quemado del cuarto de limpieza llamo la atención.
La rápida intervención de los allí presentes evitaron algo mayor, poniendo en marcha el protocolo de autoprotección. Utilizaron extintores para apagar las llamas y abrieron las puertas del templo para que fuera desapareciendo la gran humareda provocada en el cuartillo donde se inicio.
Posteriormente, la aparición del Cuerpo de Bomberos, certifico la extinción del mismo, quedando solo a expensas de la versión oficial de que provoco el incendio.
