Los ciudadanos llevan meses notando la subida de precios en productos básicos como los alimentos, los carburantes o la luz. En mayo, los precios han aumentado un 8,7% en la zona euro, lo que supone un incremento de cuatro décimas respecto al mes de abril.
Juan José Enríquez, decano del Colegio de Economistas de Valencia (COEV), ha explicado en Noticias 8 Mediterráneo que “lo que nos marca es el IPC subyacente y estamos ya en un 4,9%”. Además. ha avanzado que “no parece que vaya a bajar en muy poco tiempo”.
El decano ha señalado que “inicialmente se pensaba que podía ser algo transitorio”, sin embargo, se está convirtiendo en algo más duradero.
La subida de los precios tiene repercusiones en las grandes cuentas del Estado que sostenemos todos con nuestros impuestos, pero también en los bolsillos de los ciudadanos. En este caso, parece evidente que la inflación es el impuesto de los pobres. Respecto a este asunto, Enríquez ha afirmado que la inflación “está incidiendo directamente en las familias con menos recursos”.
Enríquez ha recordado que el IPC general está en un 8,7% y eso es porque “los productos elaborados están teniendo una elevación más alta junto con la energía”. Este factor está provocando que “una familia con niveles de ingresos bajos destine la mayor parte de su renta a energía y a alimentos elaborados o poco elaborados”.
El decano ha manifestado que “la solución está un poco en la mano del Gobierno español”, aunque las causas de la inflación sean ajenas. También ha mencionado algunas medidas que se podrían tomar para mitigar el impacto como ofrecer “ayudas directas a familias más sensibles a la inflación” o “bajar los tipos de IVA de algunos productos”.
