Ante los problemas que sufren sectores como la automoción, la electrónica, la informática o los sectores tecnológicos en general por la falta de chips y microchips, el gobierno por fin ha reaccionado y va a destinar hasta 11.000 millones de euros a la industria para la fabricación de dichos materiales.
Ese apoyo económico va destinado a la creación de una fábrica que trabaje en el diseño de chips y microchips y Valencia se ha colocado como una de las ciudades con más papeletas para poder albergar esa instalación.
Así lo destacan los expertos, quienes hablan de Valencia como un "ecosistema fuerte en el diseño de chips con empresas muy punteras".
Además, España ha firmado un acuerdo con Intel para abrir un laboratorio de diseño de microchips en el centro nacional de supercomputación de Barcelona, algo que refuerza la apuesta por este sector.