El flamenco siempre ha figurado como uno de los elementos culturales y artísticos más arraigados de Andalucía. Grandes artistas han convertido este género musical en un arte reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad que va evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos, sin perder nunca sus raíces más auténticas.
Y ahora se alía con el fitness para convertirse en recurso terapéutico. Es el Fit Gipsy Dance, una joven disciplina deportiva que surgió en 2017 de la mano de la gaditana Ana Franco y que en Vejer ha calado profundamente gracias a la simpatía, la alegría y la profesionalidad de María José Altamirano. Desde 2018 imparte sus clases en las que el baile se fusiona con el ejercicio aeróbico adaptado a todo tipo de patologías. “Las coreografías están supervisadas por fisioterapeutas y médicos para que sea apta para todas las dolencias, incluso para personas con cáncer, fibromialgia, artrosis y otros muchos problemas de salud”, explica María José.
Hoy se han reunido más de 40 alumnas en el Parque La Noria para celebrar una clase especial de fin de curso. Participan tanto las que acuden a las clases de Gipsy Dance de forma privada como las personas mayores que participan en esta actividad que también promueve la Delegación Municipal de Mayores. Y son ellas, las alumnas de más edad, algunas rozando los 80 años, las que más celebran los beneficios de esta práctica deportiva. “A mí me ha cambiado la vida. Yo antes estaba muy baja de ánimo y muy desganada, y también muy torpe, y desde que vengo a las clases soy otra. Tengo muchas más ganas de salir y de disfrutar”, apunta una de ellas. Palabras que son confirmadas por muchas de sus compañeras que ven cómo el baile y el movimiento aporta mejoría tanto física como mental.
También hay chicas jóvenes que disfrutan de estas animadas clases en las que incluso usan elementos como el garrote y el abanico. Y algunas alumnas internacionales que se adentran en el mundo del flamenco de este modo tan ameno y sencillo, aprendiendo los distintos palos del flamenco a la vez que se animan con sus primeros pasos de baile, tonifican su cuerpo y hacen amigas vejeriegas.
Cargadas de energía, alegría y buenas vibraciones todas las compañeras del Fit Gipsy Dance se despiden hasta septiembre cuando volverán a reunirse, a bailar, a reír y a disfrutar de esta actividad tan saludable.