Collins ha coincidido en la capital con el músico Peter Gabriel, a quien sustituyó en el mítico grupo Genesis. El artista ha dicho durante su rueda de prensa que no sabía que Gabriel actuaba esta noche en Madrid y ha apuntado que el causante de esta circunstancia “seguramente ha sido el destino”.
“Que nadie piense que quiero robarle las portadas a Peter Gabriel, ya estamos muy mayores para eso”, ha bromeado. “Lo adoro”, ha dicho y ha apostado por que el concierto será fantástico.
Collins, quien ha amenazado una vez más con su inminente retirada, ha destacado que Going back es el disco que siempre quiso grabar, “aunque nunca surgió la ocasión”. En su primer álbum de estudio en 5 años, versiona las canciones que marcaron su adolescencia, principalmente clásicos del soul del sello Motown.
Su empeño en este disco ha sido preservar el espíritu de aquel sonido, por lo que en la grabación recurrió a los miembros originales de los Funk Brothers para que tocaran los instrumentos que habían tocado en su momento. “Y, cuando ellos sonreían, sabía que estaba funcionando”, ha dicho.
Como prueba de su pasión por esta música, ha recordado el tema You can't hurry love, un éxito de The Supremes que Collins convirtió nuevamente en un número uno en 1983.
El cantante ha precisado que Going back no es un disco pretendidamente “nostálgico”, aunque el título y la foto de portada del disco parezcan decir lo contrario.
La imagen, en la que figura un Collins adolescente tocando la batería, la rescataron porque había pocas imágenes suyas a esa edad esgrimiendo las baquetas.
Para el título, aprovecharon el de uno de los temas incluidos en el álbum, pero ha confesado que se barajó como nombre 18 good reasons why I'm here (18 buenas razones por las que estoy aquí).
Collins ha explicado sobre su fascinación por los años sesenta que “fue una época increíble para ser adolescente, todo sucedía por primera vez”. Ha recordado que fue el tiempo de Elvis Presley, de los Beatles y de los Rolling Stones, y ha descrito la música de aquellos años como muy “creativa”.
A sus 56 años, Collins considera que “probablemente no es “la persona adecuada para juzgar” la música actual.