La remodelación de la Plaza Esteve y la rehabilitación del antiguo convento de San Agustín para acoger un centro de negocios tendrán vía libre en cuestión de días. De hecho, la firma del convenio entre el Ayuntamiento y el Consorcio de la Zona Franca, que asume los 10 millones de sendos proyectos con fondos propios y de la Unión Europea estaba prevista para esta tarde, pero ayer fue suspendida a última hora sin que hayan trascendido las razones del aplazamiento.
No obstante, salvando esta cuestión burocrática, en el seno de los vendedores del Mercado Central de Abastos afrontan ilusionados por primera vez en mucho tiempo las ventajas que les acarreará la construcción de una terminal de autobuses. “Tenemos muchas expectativas. Van a venir el doble de autobuses y van a poder aparcar más cerca, lo que van a agradecer principalmente nuestros clientes, sobre todo teniendo en cuenta que muchos mayores tienen que desplazarse desde la rotonda de Los Casinos y además el mercado va a ser lo primero que vean al llegar”, señala el presidente de la asociación de comerciantes del Mercado de Abastos, Carlos Muñoz, en relación al derribo previsto del edificio de la Plaza Esteve. Como el resto de vendedores, confía en que la obra no les traiga demasiados dolores de cabeza. “Estamos tranquilos porque en el Ayuntamiento nos van a dar todas las facilidadespara garantizar espacio para carga y descarga y la obra será cortita, porque aunque el plazo es seis meses, nos han dicho que se pueden hacer en menos tiempo”, añade. En lo que respecta a fechas, a falta de que la rúbrica de un acuerdo que iba a desplazar hoy a Jerez al delegado de la Zona Franca, Jorge Ramos, y a la alcaldesa de Cádiz, los vendedores se decantan por el verano, al ser cuando desciende la actividad.
De igual manera, como a todos, lo que tienen claro que lo ideal es que la obra que les llevará a estar más accesibles que nunca “se realice cuanto antes”, conscientes de que un mercado de abastos “es nulo sin autobuses”. Desgraciadamente, en los últimos meses lo han podido sufrir en sus propias carnes por la huelga de autobuses.
Y es que Muñoz tiene claro que la paulatina normalización del servicio de transporte urbano ha registrado un cierto repunte en las compras después de uno de los inviernos más complicados que recuerdan.