Se consumó lo anunciado y así lo ha hecho oficial el club nervionense. Bernardo se marcha cedido al Sporting de Gijón para jugar y seguir 'formándose' en un equipo donde presumiblemente será titular. Lo curioso de una historia casi intrascendete es que el club no permitirá que los asturianos pudieran ejercer cualquier mínima opción de compra. La cuestión es, ¿siguen confiando en Bernardo?
El quinto central del Sevilla es una apuesta veraniega del propio Míchel, que insistió en quedárselo para esta temporada. El bagaje del colombiano es cero minutos disputados en lo que va de ejercicio. Y no es cuestión, ni problema de Bernardo. Da lo que da y el sevillismo más o menos ya lo ha visto. Lo negativo radica en la confianza expuesta sobre un futbolista que hace no tanto era impensable ni que se entrenara con el primer equipo. Pero por aquí ya han pasado algunos, como Acosta, Dabo o Mosquera, entre otros. Precisamente, cuando los títulos ya iban quedando atrás.
La realidad de Bernardo y el Sevilla dicta lo que es, una plantilla mediocre con pocos remedios para la enfermedad que padece. Y lo peor de todo es que en el resto de plantillas hay un mínimo de dos o tres centrales por equipo mejores que los de Míchel.
A pesar de todo y por el bien del bueno de Bernardo lo mejor para él seguramente sea salir, aún es joven. En verano, ya veremos la 'confianza' que radica, o eso dicen, sobre el futbolista.