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Estepona

Luis Mariano López: “Soy un hombre que busca su suerte y lucha por estar en los escenarios”

Hablamos con el actor esteponero que el próximo 22 de febrero llevará a Málaga la obra "Un hombre de suerte", estrenada con gran éxito recientemente en Ronda.

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  • El actor esteponero sueña con estrenar la obra en nuestro municipio.

Hay quien en la crisis, ve una oportunidad para emprender y, sobre todo, luchar por un sueño. El actor esteponero Luis Mariano López es uno de ellos. Se ha puesto el mundo por montera, ha creado su propia compañía teatral y el próximo 22 de febrero llevará a Málaga la obra “Un hombre de suerte”, estrenada con gran éxito recientemente en Ronda.

—Háblenos de la obra.
—”Un hombre de suerte” es una obra de teatro, un monólogo, escrita por José Luis Alonso de Santos, dramaturgo vallisoletano, con muchísimas obras escritas, premios nacionales e internacionales y considerado uno de los mejores dramaturgos nacionales.
—¿Qué puede enseñar al público?
—Enseñar,  no sé si la labor del teatro sea enseñar algo. José Luis Alonso de Santos  muestra con este personaje y con todos los que van saliendo en la obra y que hace el personaje Fernando San Juan, el balance de la vida, de los miedos, de cómo nuestros actos nos persiguen más allá del infierno, y lo hace usando la comedia y la tragedia.
—Y su personaje, ¿cómo es?
—El personaje principal es Fernando San Juan, actor de 60 años que se ve obligado a estar en el escenario por una carta que recibe de un antiguo compañero de compañía fallecido. De esta forma hace un recorrido por su vida, por los escenarios  y hace partícipe al espectador de esta historia, ya que todo se lo dice al público, rompiendo la cuarta pared. Van apareciendo los diferentes personajes importantes de estahistoria y que interpreta Fernando San Juan,  Aniano Peña, Julita, la hija de Aniano. Otra cosa interesante es el recorrido que hace por el teatro clásico,  desde los griegos, pasando por Calderón, Lope, Zorrilla, Quevedo, Hamlet, Pirandello.
—Háganos una breve reseña de su trayectoria profesional hasta el momento. ¿Dónde le hemos visto antes actuando?
—Casi desde que decidí ser actor estuve trabajando. Primero en cosas pequeñas con la compañía de la escuela en la que empecé, Vientosur Teatro.Hasta que al año y medio me llamó una de las mejores compañías independientes del país,  Teatro del Noctámbulo, para el espectáculo “El hombre Almohada”, dirigida por Denis Rafter, y con la que conseguí premios nacionales, temporadas en el Teatro Español de Madrid, Círculo de Bellas Artes, y giras nacionales e internacionales, actuando en los mejores teatros nacionales, casi 4 años de gira, más de 170 funciones y media España recorrida.
Luego hubo un paron, la continuidad en esta profesión es difícil, y empecé a trabajar en algo ajeno a lo mío, esperando que algo saliera, y volvieron a surgir poco a poco cosas, y este último año tuve bastante trabajo. Grabé con Muchchada Nui, para su nuevo programa, “Retorno a Liliflor”, que todavía no se ha emitido; luego “Arrayán”, “Cuéntame”,  más clases en Jubrique, Ronda, y en los Encuentros de Arte de Genaguacil, experiencia única e inolvidable. Y, sobre todo, la creación sin ningún tipo de ayuda institucional de mi compañía, y de este espectáculo.
—¿Qué tiene la profesión de actor que no tenga el resto?
—La profesión de actor tiene muchas cosas que la hace diferente al resto.  La primera y, creo que más importante, es que tu material para hacer tu trabajo es tu cuerpo,  tu voz, tu cara, etc, después es que tienes que crear una verdad a través de la palabra de otro, el autor. Lo que más me gusta de mi profesión es que me ayuda a conocerme a mí mismo, ampliar horizontes, y ver una misma realidad desde primas diferentes.
—El estreno fue en Ronda, ¿por qué la ciudad del Tajo para la primera experiencia?
—Fue en Ronda, en el Vicente Espinel, porque es mi casa, yo nací en Estepona y con 5 años me fui para allá por el trabajo de mi padre. Allí crecí y me convertí en lo que soy, después hubo muchísimas facilidades por parte de la delegación de Cultura, en ese momento, Daniel Harillo, muy diferente a otras actitudes. El estreno fue mágico,  hubo unas 300 personas  y un recibimiento maravilloso,  tuve que salir cuatro veces a saludar.
—Ahora llega a Málaga...
—Estrenamos en la Sala Cochera Cabaret, situada en la Avenida de los Guindos. Espero mejorar las cositas que en el estreno no salieron del todo, seguir creciendo y cogiendo confianza en el texto, e intentar hacer llegar las necesidades, anhelos, sueños, miedos de Fernando San Juan.
—¿Tiene previsto estrenarla en su ciudad natal, Estepona?
—Me encantaría venir a hacer la obra en Estepona,  para mi familia. He hablado algo con el Patio, y en cuanto al Padre Manuel,  tengo que mandar información. Espero que se me haga más caso que cuando presenté el proyecto y solicité un espacio para poder ensayar, que no conseguí y que me obligó a ensayar en la calle, en cafeterías, en mi casa, en casa de amigas, con la dificultad que conlleva...
—Pregunta obligada, aunque tópica, ¿se considera un hombre con suerte? ¿Cómo ve el futuro profesional?
—Me considero un hombre que busca su suerte, que lucha por estar en un escenario y seguir creciendo en su profesión,  una profesión que pasa por momentos difíciles... si alguna vez pasa por buenos. El IVA está cerrando muchas compañías,  y se buscan funciones de debajo de las piedras.  Mis proyectos inmediatos son llevar a todos los sitios posibles esta obra,  luego un corto del director Alberto Pons, “Un viaje de vuelta”.
—¿Qué se le pasa por la cabeza momentos antes de pisar el escenario? ¿Es de esos actores que sigue un ritual o tiene manías?
—No soy una persona supersticiosa, lo que hago es calentar bien la voz, el cuerpo, me gusta caminar mientras caliento la voz. Cinco minutos antes de la función me concentro para llegar lo más libre al escenario, dejando a Luis Mariano a un lado, los problemas de uno, y que en el escenario salga Fernando San Juan.
—Un motivo para no perdernos “Un hombre de suerte”.
—Aconsejo acudir a ver la obra porque te vas a meter en una historia en la que vas a reir, llorar, identificar... Es un trabajo actoral importante al que se llega a través de un esfuerzo enorme. También está que no solo actúo, sino que también dirijo el espectáculo.

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