Vuelve Dando el cante, el exitoso montaje de la Compañía Inma La Bruja que tuvo una gran acogida por parte del público en su anterior representación, en La Fundición. Para esta nueva cita se ha elegido la Sala Cero, en la calle Sol 5, los días 20, 21 y 22 de noviembre y 4, 5 y 6 de diciembre.
El espectáculo tiene algunas variantes con respecto al libreto original. Éste se denomina Versión 2, y ha vuelto a dirigirlo y ha hecho la dramaturgia Antonio Álamo.
Inma La Bruja crea este monólogo a su imagen y semejanza: lucidez, sinceridad y humor conducen por un recorrido sorprendente dibujado por su voz.
El público se sumerge en un viaje que le traslada a situaciones por todos reconocibles, pero que ahora se presentan envueltas en surrealismo e ironía.
Nos vamos adentrando en un mundo personal, inequívocamente femenino, en el que armoniza elementos populares y reflexiones cultas con las más transgresoras vanguardias.
Su voz, plena de matices, va salpicando el monólogo de cantes, ilustrando sus reflexiones de una forma visceral. Un escenario sin pretensiones que ayuda a engrandecer la palabra y la música, realzando sin distorsiones un discurso, que introduce elementos del surrealismo en un contexto de aparente lenguaje popular.
Pronto descubre el espectador un fondo de brillante humor e inteligencia, donde subyacen reflexiones de universal alcance.
Dando el cante es un viaje lleno de descubrimientos: en una barbacoa conocemos las diferencias entre el amor “cari cari” y el amor intelectual; en Madrid descubrimos el mundo de las terapias, con los chacras entreabiertos; la memoria genética retrocede al momento en que un espermatozoide superó su primer casting. Su viaje continúa en un plató valenciano, donde al sentir el dolor de la horquilla que le hinca la peluquera, se sumerge en un viaje interior y presencia las conversaciones que mantiene el intestino con el corazón, habla con los neurotransmisores y se horroriza al descubrir que segregan una especie de “droga”, mientras un alegre buzo la saluda desde los ríos alegres de su venas.
Los compañeros de viaje de la Bruja, además del humor, son sus cantes y Missisipi, inseparable guitarrista convertido en personaje que ante las desconcertantes preguntas de “la ruja” solo articula el vocablo “uno”.
La obra nos sumerge en un mundo mágico, no exento de verdad, configurado con una línea de discurso que sorprende divierte y emociona.
El reparto, para estas próximas representaciones, está compuesto por Inma La Bruja, Inma Pérez Quirós y el guitarrista Missisipi es Pedro Barragán.
La dirección corre a cargo de Belén Candil, con un texto original de Inma Pérez Quirós y la adaptación de ese texto es obra de Antonio Álamo. La música de Pedro Barragán. El diseño luz de Manu Madueño y la producción de Gestora de Nuevos Proyectos, G.N.P. garantizan una atmosfera apropiada para pasar un rato agradable buceando en la ironía, el humor y el ingenio de esta genial “bruja”.