Sanlúcar se vistió de riguroso luto en la jornada del Viernes Santo. Una jornada desapacible, por la bajada de las temperaturas y un intenso y frío viento que impidió que las tres hermandades que realizan su estación de penitencia en el último tramo de la Semana Santa, pudieran lucirse como debieran, ya que fue imposible mantener las candelerías o las velas de los nazarenos encendidas.
La del Viernes Santo es en Sanlúcar una jornada excepcional debido a la antigüedad de las cofradías que procesional y al inmenso patrimonio que atesoran. Fue la Muy Antigua, Venerable, Real, Ilustre y Carmelitana hermandad de María Santísima de las Angustias la que partió desde la Parroquia del Carmen a las seis de la tarde para dar comienzo a su estación de penitencia. Alrededor de 230 personas formaban el cortejo que acompañaba a ‘La Piedad’, una de las piezas más destacadas del patrimonio artístico de Sanlúcar. La Hermandad viene aumentando progresivamente su patrimonio en los últimos años, tanto en lo material, con la adquisición de nuevos enseres, como en lo personal, aumentando la nómina de hermanos y sumando, sobre todo, muchos niños pequeños, que pudieron verse abriendo el cortejo, tras la cruz de Guía que, debido al fallecimiento del padre de la persona que siempre portaba la Cruz, tuvo que ser sustituído a última hora. El paso llevaba un crespón negro con especial recuerdo a este fallecimiento y al de la hermana que se encargaba de poner las flores del paso, y que también ha fallecido recientemente. También lucía el paso un lazo azul, símbolo de los afectados por el transtorno del espectro autista, que fue colocado por los miembros de la asociación en Sanlúcar. Tras el simpecado, la estampa de las mujeres vestidas de mantilla por el luto por la muerte del Señor, otra de las características de esta Hermandad. En su salida procesional de este año, estrenó el pollero para el manto de la Santísima Virgen, así como el monte para el paso de Misterio que fue adornado con rosas color aqua, y el Estandarte corporativo de la Hermandad, que ha sido realizado en los talleres de Ildefonso Jiménez. Antes de que el único paso de esta hermandad atravesara las puertas del Carmen, pudieron escucharse ya en la calle las coplas a la Virgen de las Angustias. A su salida, sonó ‘Angustias de Sanlúcar’, obra de Salvador Daza.
A continuación, desde la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de La O, salía una de las hermandades que mayor tradición representan en la Semana Santa de Sanlúcar en cuanto a su sistema de carga de los pasos, el cincho. La Hermandad de la Vera Cruz, tras realizar su estación de penitencia en el interior de la parroquia, ponía en la calle con gran esfuerzo los pasos de sus titulares, en una salida dirigida por el capataz general, Antonio Miguel Cores y que implica una gran dificultad por la estrechez de la puerta del patio de los naranjos. La maestría de los costaleros tanto del crucificado como de la Virgen salvaron estas dificultades y ambos titulares pudieron iniciar su recorrido por las calles de la ciudad cuando sonó de nuevo Angustias de Sanlúcar. La Banda de Música de Fuentes de Andalucía siguió los pasos de Nuestra Señora de la Soledad, que salió al porche de la parroquia casi siendo arrastrada por los 33 costaleros que componen la cuadrilla del paso de palio de esta hermandad que, a pesar de apostar por uno de los sistemas más tradicionales de carga, continúa innovando cada año. Esta banda de música cumple este año sus bodas de plata desde su fundación, siendo la decimosexta ocasión consecutiva que acompañan a esta dolorosa del Viernes Santo sanluqueño.
La última hermandad en hacer su salida procesional en la jornada del Viernes Santo fue la Hermandad del Santo Entierro, la más antigua de Sanlúcar, que el próximo año cumplirá su 550 aniversario. Representantes de todas las hermandades de penitencia de la ciudad forman parte del cortejo de esta Hermandad, al que en la Carrera Oficial se sumaron el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Sanlúcar en Pleno, así como representantes de la corporación municipal acompañando al Cristo Yacente. Como novedad, en esta salida, la Hermandad estrenaba el paño para la Verónica, que ha sido pintado por Alberto Prats Téllez, además del colchón y cojín para el Cristo Yacente, pintados por Pedro Utrera Mena. También incorporó dos marchas que se suman al patrimonio musical de la Hermandad, Soledad en el ángel y Soledad eterna, de Francisco Fernández. La lluvia sorprendió a estas tres hermandades a última hora de la noche, lo que provocó que aceleraran el ritmo y, a 'paso de agua' se dirigieran prestas a sus respectivos templos en una precipitada recogida que, pese a todo, no enturbió la penúltima jornada de la Semana Santa sanluqueña.
