Tan sólo la Madrugá del Vienes Santo ha impedido que Sanlúcar de Barrameda haya gozado de una semana plena. Las previsiones meteorológicas, aunque fallaron y dejaron disfrutar a sanluqueños y turistas de una jornada completa en el Domingo de Ramos, finalmente se cumplieron y dejaron al Nazareno en la Basílica de la Caridad, una decisión complicada para la hermandad y de difícil asimilación por parte de los hermanos y cofrades pero en la que prima el cuidado por el patrimonio de la Hermandad. También en la penúltima de las jornadas, la del Viernes Santo, la lluvia quiso ser protagonista y, pese a que la tarde fue muy deslucida por el intenso viento, no afectó a la salida de las tres hermandades que realizan su estación de penitencia en este día aunque precipitaran su recogida por un desafortunado chaparrón.
Precisamente ha sido esa amenaza de lluvia y un tiempo inestable, el que ha propiciado que las hermandades sanluqueñas estrecharan más sus vínculos y estuvieran en permanente contacto para ofrecer su ayuda o sus templos para cobijar a las imágenes en el caso de que apareciera la temida lluvia. Sanlúcar tenía ganas de vivir su Semana Mayor y eso ha quedado patente en las calles del municipio, donde la multitud ha arropado a todas y cada una de las dieciséis hermandades sanluqueñas a lo largo de sus recorridos, si bien algunos puntos, como la Cava del Castillo o la cuesta de Belén, fueran los favoritos del público para disfrutar del magnífico patrimonio que atesoran las cofradías de la localidad.
También se ha notado un aumento en el número de los cortejos, en El Prendimiento, que se ha consolidado haciendo su salida por segundo año consecutivo en la nómina de hermandades del Martes Santo, o en la de Las Angustias y la de La Esperanza, que sigue brillando año tras año por las calles de un barrio que la ovaciona y venera. Sanlúcar ha consolidado la Semana Santa que comenzó a configurar el pasado año, también con el cambio de salida del Señor de la Cena, a la jornada del Domingo de Ramos. Ya establecidos estos cambios, la Semana Mayor se vive desde Bonanza a La Jara, desde donde el Sábado de Pasión esta Agrupación Parroquial demostró que sus ganas por sumarse a la Semana Mayor vienen respaldadas por el buen hacer y la cada vez mayor devoción al Señor de La Jara.
Con el permiso del tiempo, y pese a que el Domingo de Ramos no lució como otros años, las tres hermandades de este día pudieron completar su estación de penitencia. Las jornadas siguientes, el sol fue protagonista, acercando la primavera a la Semana Mayor y permitiendo que las hermandades de estas jornadas pudieran brillar en su día grande. Ya el Jueves Santo, Esperanza, Cautivo y Silencio tuvieron que lidiar con el viento y la bajada de temperaturas, lo que no impidió que fueran miles las personas que los acompañaran en su discurrir por las calles de la ciudad. Y nos quedamos sin ver el rostro al Nazareno, al decidir la Hermandad de la Madrugá no procesionar por las previsiones de lluvia que, efectivamente, llegaron. Y aunque no impidieron la salida de las tres hermandades del Viernes Santo, sí precipitaron su recogida.
Después de unos años en los que apenas las hermandades habían apostado por los estrenos, en esta ocasión sí hemos podido ver cómo se ha ido incrementando el patrimonio de las cofradías sanluqueñas. Pero, sobre todo, ha sido una Semana Santa de gestos, traducidos en esas velas, insignias y detalles en homenaje al pequeño Gabriel - con ‘pescaítos’ como el que lucía el paso de la Borriquita - y al 400 aniversario del patronazgo de Nuestra Señora de la Caridad sobre la ciudad de Sanlúcar, cuya celebración se está llevando a cabo desde el pasado mes de septiembre y que este lunes se plasmará con el primero de los traslados que la Patrona de Sanlúcar realizará para visitar todas las iglesias de la localidad. También apoyo a las causas locales, como a la Fundación Donando Vidas o la Asociación de Niños con Espectro Autista o Chromo 22.
Se han producido mejoras importantes, como la sustitución de la rampa de acceso a la Parroquia que ha propiciado que las hermandades pudieran acceder con más seguridad y amplitud, ya que pasos como el de la Sagrada Cena, por ejemplo, apenas cabían por la anterior. También se ha mejorado el frontal del mercado y las Covachas, con la instalación de una valla que ha mejorado la imagen de esta zona, así como la seguridad, evitando caídas desde la barandilla. En materia de seguridad, la Policía Local ha ido abriendo cada uno de los cortejos que cerraban voluntarios de Cruz Roja. También se han dispuesto módulos de aseos y de asistencia sanitaria tanto en el Barrio Alto como en el Barrio Bajo.
El calendario cofrade se pone hoy de nuevo a cero, para iniciar la cuenta atrás hacia una nueva Semana Santa.
