La madre de Larrañaga, Margot González, dijo estar muy contenta de que el preso ya esté en España, pero aseguró que aunque “es un paso grande”, no van a parar de luchar por la libertad de su hijo porque es inocente y “no merece estar ni un día en la cárcel”.
Según el padre del joven hispano-filipino de 31 años que ya ha cumplido doce años de cárcel en Filipinas, Manuel Larrañaga, a su hijo “le han venido las Navidades adelantadas”.
Los padres, le han encontrado “muy bien” y han explicado que su hijo ha hecho enseguida amigos. “Nos ha dicho que le tratan muy bien y que había comido chorizo”, señaló Margot.
La pareja espera ahora que Larrañaga pueda ser trasladado pronto a la prisión de Martutene en Guipúzcoa, lo que, según su abogado, Javier Viada, puede que sea “pronto y rápido”.
“La sensación que tengo es que igual Paco me invita a comer pronto en Euskadi”, apuntó.
Viada, que ayer fue a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria antes de visitar a su cliente en la cárcel, se mostró optimista y, aunque recordó que el tratado firmado entre España y Filipinas sobre personas condenadas y cumplimientos de penas prohíbe cualquier remisión de condena, espera que pronto se le conceda el tercer grado.