Atando Cabos

Espejos

La sociedad también es responsable de lo que ocurre en un país, en primer lugar, desde lo que vota y en segundo en cómo reacciona

Publicado: 30/09/2020 ·
09:34
· Actualizado: 30/09/2020 · 12:22
Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente y verso suelto

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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En estos momentos difíciles que vivimos de crisis sanitaria y económica, la política no parece contribuir mucho a mejorarla. Se dice que en el Parlamento no se tratan los graves problemas que padece el país.

Oigo a todos y me pregunto, es que tenemos muy mala suerte al votar y luego los políticos que elegimos no hacen aquello que nos prometieron o estamos así precisamente porque elegimos a unos políticos que ya sabíamos que tendrían estos comportamientos. ¿No tiene ninguna responsabilidad la gente al votar? Yo creo que sí, aunque haya momentos en que nos decepcionen hemos elegido a estos políticos porque sabíamos como actuarían. Ya está bien de echar balones fuera.

No veo al pueblo, en la calle, gritándole a sus votados que no están haciendo lo que prometieron, veo que cada grupo echa la culpa a lo que votaron los otros. Piensan que los males que padecemos son causados por el partido que ellos no votaron, no por el que sí votaron. Así que el Parlamento no deja de ser un reflejo del sentir político de los españoles.

Claro que hay un grupo disidente que se queja de todos, que piensa que los políticos en general no están a la altura, pero son un grupo minoritario y por cierto ellos también votaron.

Cuando nos metemos en la casa de los espejos de la feria experimentamos el fenómeno óptico de ver nuestra imagen deformada. Quizás sea esa la que ven muchos en la actuación de los partidos que votaron, pero no dejan de ser ellos mismos que se miran bajo un prisma distinto.

La sociedad también es responsable de lo que ocurre en un país, en primer lugar, desde lo que vota y en segundo en cómo reacciona. Si se deja hacer sin protestar quedando todo el descontento en una charla de bar, de qué vamos.

Sea el espejo cóncavo o convexo, los que aparecen reflejados somos nosotros mismos. Quien quiera rasgarse las vestiduras después de verse puede hacerlo, pero si no se gusta lo que tiene que hacer es tomar otras opciones.

Dudo de la utilidad de la queja y del deseo de enmienda a la totalidad, parece que no se quiere ver la realidad tal como es: la ciudadanía española quiere lo que quiere en política. Si hay disconformes que es una suerte que siempre los haya, por favor tengan en cuenta eso cuando arremeten sólo contra la clase política.

 

 

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