Barbate

24 de Mayo

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El 24 de mayo de 1743 nace Jean-Paul Marat, periodista y revolucionario francés. Un 24 de mayo de 1941, en Duluth, Minnesota (EE.UU.), nace Robert Allen Zimmerman, músico más conocido como Bob Dylan. Un 24 de mayo pero de 1819, en Londres, viene al mundo Victoria, que reinará el Reino Unido e Irlanda, desde el 20 de junio de 1837 hasta su muerte, ocurrida el 22 de enero de 1901, bajo el nombre de Victoria I. Un 24 de mayo pero de 1543, en Frauenburg (Alemania) fallece a los 70 años el astrónomo polaco Nicolás Copérnico, que con su teoría desplazó el centro de nuestro sistema planetario de la Tierra al Sol. El 24 de mayo de 1806 Napoleón Bonaparte nombra rey de Holanda a su hermano Luis Bonaparte. El 24 de mayo de 1832 en la Conferencia de Londres, el Primer Reino de Grecia es declarado legal. El 24 de mayo de 1956 se celebra en Lugano, Suiza, el primer Festival de la Canción de Eurovisión. La canción ganadora fue Refrain interpretada por la cantante suiza Lys Assia. El 24 de mayo de 1993 Microsoft desarrolla Windows NT. El 24 de mayo de 1995 sucede el histórico primer encuentro en Washington del ministro británico para Irlanda del Norte, Patrick Mayhew, y el líder del Sinn Féin —brazo político del IRA—, Gerry Adams. El 24 de mayo de 2000 el Real Madrid C.F. gana su Octava Copa de Europa ante el Valencia en París. El 24 de mayo de 2004 Corea del Norte prohíbe los teléfonos móviles.

Este es un breve resume de las miles de efemérides que han ocurrido un 24 de mayo, es decir, un día como el próximo domingo cuando se celebran unas nuevas Elecciones Municipales en nuestro país. Ojalá en un futuro próximo aparezca entre las efemérides del 24 de mayo el renacer de todo un pueblo como Barbate. Ojalá los libros de historia que aún están por escribirse hablen del 24 de mayo como el día en el que más de 22.000 barbateños apostaron por asesinar pesadillas para alimentar sueños. Ojalá la wikipedia recoja una entrada en la que fije el 24 de mayo de 2015 como el día, el mes y el año en el que los barbateños y barbateñas dejaron a un lado rencillas, egoísmos, envidias y pequeñas diatribas ideológicas para apostar por el pueblo en común. Ojalá el 24 de mayo de 2015 aparezca en nuestros relatos de abuelos para narrar a nuestros futuros nietos cómo todo un pueblo se levantó, se unió y venció.

El 24 de mayo, junto al 11 de marzo, deben ser fechas claves en el desarrollo de Barbate. Ojalá un alcalde o alcaldesa en 2040 inaugure una calle o una plaza en nuestro pueblo con esa fecha enmarcada en una losa. Ojalá ese alcalde o esa alcaldesa del futuro sepa que no puede cometer errores del pasado, que no puede tener más ojos en un ático o en  El Bujar que en las madres que ven a sus hijos emigrar, que no puede prestar más atención a legalizar su vivienda que a darle agua y luz a pedanías y núcleos rurales, que no puede estar tan atento a limpiarle el culo a tres o cuatro empresarios que no quieren a su pueblo pero que tienen los bolsillos llenos, mientras se olvida de 300 familias a las que les adeuda casi cuatro nóminas y una paga extraordinaria. Ojalá ese alcalde o alcaldesa del futuro sepa que el 24 de mayo de 2015 fue el año en el que los vecinos y vecinas dijeron ¡basta ya de tanta ruina!, y que no olvide que ya no se lleva eso de externalizar servicios como el de Recaudación de Impuestos para dárselo, presuntamente, a la empresa, por ejemplo, de un exconcejal de Hacienda. Ojalá las gestiones de alcaldes como los que hemos tenido desde los años ochenta hasta el presente, sólo sirvan de ejemplo, de lo que no se debe hacer ni debe volver a ocurrir. Ojalá, ya sea el actual alcalde o uno nuevo, comience el día 25 de mayo a aplicarse todo este cuento. En fin, ojalá los alcaldes y alcaldesas del futuro sepan que ya el pueblo no se deja engañar, intimidar o sobornar. Ojalá se vote con el corazón, con la cabeza y no con oscuros intereses basados en estómagos más que agradecidos.

Eso sí, quizás me equivoque. Quizás el 24 de mayo siga siendo un día cualquiera en nuestro calendario. No está en mis manos, ni en mis escritos, ni en mi corazón de toro herido. Quizás gane quien gane, nada cambie, pero ese es mi destino, luchar por un futuro mejor para mi hijo y para los hijos de mis hijos, o lo que es lo mismo, el futuro de sus hijos, querido lector, querida lectora, y por el futuro de los hijos de vuestros hijos. Quizás me equivoque, pero tampoco hay que olvidar que tener mayoría en las urnas no es tener la razón. Quizás me equivoque pero gane quien gane, eso no quiere decir que tenga razón. Y es que clavada con sangre está en la historia de la democracia el día de Hitler accedió al poder a través de las urnas. Y creo que no hay quien diga, a toro pasado, que el pueblo alemán fue sabio al elegir libremente a semejante fantoche tras las octavas elecciones parlamentarias de la República de Weimar que tuvieron lugar el 6 de noviembre de 1932.

Pero lo dicho, ojalá el 24 de mayo sea el día del pueblo, de todo el pueblo, y gane quien gane, que gane este pueblo que ya está harto de perder para que al final siempre ganen los mismos.

PD: Lo diré clarito, clarito… Uno: no soy de ningún partido político, soy en todo caso, tonto, desordenado, feo, gordo y calvo, que ya es bastante. Dos: en los pueblos, en las ciudades, la ideología apenas tiene efecto (aquí no se decide si se permite o no abortar), por eso no voten a un partido, voten a un grupo de personas. Y tres: Espero que gane quien gane, sea uno nuevo o el que está, lo mínimo es que mire más por el pueblo, que estoy seguro que tal como están las cosas lo hará.

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