La esperanza genera confianza y viceversa. Entre enfoques y desenfoques convertimos en mágico lo real y en victoria lo que previamente tenía todas las papeletas de derrota. Inmersos en el ámbito de lo que creemos, transformamos en maravilloso lo que resultaba horrible.
Las encuestas nos dicen los previsibles resultados, nuestras valoraciones y lo que nos afecta y lo que no, y una y otra vez nos demuestran que somos unos embusteros patológicos que decimos una cosa y votamos lo que nos da la gana.
Observando la realidad nos damos cuenta que es muy difícil mantener la ecuanimidad, y que entre auges y decadencias, barricadas y desbandadas, intentamos mantener quiénes somos y qué queremos, el por supuesto y lo siguiente.
Y entre esperanzas y confianzas, proponemos y disponemos, nacemos y fallecemos , abrimos y cerramos páginas de nuestras vidas , y entre la curiosidad y la indiferencia , vamos pasando los días fabricando sueños, sufriendo frustraciones , creando ilusiones y padeciendo decepciones.
Con gran sorpresa y perplejidad asistimos a afirmaciones que son desmentidas y a mentiras que quieren convertir en verdades como puños, perdones que son venganzas y penas que son indultos. Como todo cambia según las gafas con las que se contemplen, las sombras tornan en luces y los oscuros en claridades.
Mientras el pasado lo queremos traer al presente, el futuro deja de serlo en cuanto lo estamos viviendo, realidades que superan a la ficción y fantasías que son absolutamente creíbles. Nos sentimos encerrados en el ágora y abiertos al mundo en el interior de una mazmorra
Invitaciones y evitaciones, iguales y diferentes, admitidos y expulsados, propuestas sin límites y manos atadas. Paces y pactos, conflictos y revueltas., pensamientos útiles y discursos inútiles. Lo verdadero y lo postizo, los cambios y los inmovilismos
Ni dogmatizar ni hacer proselitismo, conquistan a ninguna voluntad libre, ni someter ni intoxicar a nadie conduce a nada sólido, sino a situarnos bajo el paraguas de la chapuza, que piensa y sostiene que es mejor restar que sumar, que es preferible callar que hablar, que no se dan cuenta que toda expresión simplificadora oculta matices, y pinta la realidad con colores absolutos, que ni la propia naturaleza admite.
Deprisa y corriendo, despacio y caminando, vamos resolviendo problemas y despejando incógnitas, entre seguridades e incertidumbres, lo que nos importa y lo que nos trae sin cuidado, lo que era de esperar y lo que jamás podríamos imaginar.
Las esperanzas de lo suficiente y las confianzas de aquello que nos resulta seguro , entre lo global y lo local, , lo austero y el despilfarro, el recorte y la buena administración , el compromiso y el aprovechamiento corruptor , el decremento y el incremento, ,la firmeza y la debilidad.
Lo que pensamos y decimos , promueve esperanza y confianza, o siembra desesperación y desconfianza, la aceptación y el apoyo de las gentes o su rechazo y el dar la espaldas a la política y los políticos, y en el camino vamos encontrando lo asumible y lo inaceptable.
Debemos tener aplomo para expresar nuestras ideas, sin dispersarnos ni disparatarnos, con calma y sosiego. No desviándonos bajo falsas promesas de lo que eran nuestros verdaderos objetivos.
