En declaraciones a los medios tras la presentación en Sevilla de la nueva marca 'CulTUra', Aizpuru ha señalado que esta nueva edición cuenta con el "ineludible" apoyo del Ministerio de Cultura, la Consejería de Cultura, la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento hispalense, "las cuales van a hacer un consorcio para darle estabilidad a la Biacs, para evitar así que cada año se plantee si se va a celebrar o no, establecer una dotación, y saber así con lo que contamos para cada edición", explica.
Sobre el presupuesto con el que contará en 2012, la galerista ha señalado que "será más recortado que en ediciones anteriores" porque "aunque las instituciones quieren apoyar este proyecto, no podemos olvidar la situación que atravesamos", afirma. "Todos están haciendo un gran esfuerzo, ya que creen en el proyecto y son conscientes de que lo tienen que hacer porque en Sevilla y Andalucía a nivel de artes plásticas hay poquitas cosas hay, y éste es un proyecto que solo hay que continuar".
No obstante, ha apuntado Aizpuru, "lo que veamos dependerá del comisario", un joven suizo del que la galerista no ha querido desvelar el nombre. "Estoy a la espera del proyecto definitivo para someterlo a la opinión del Patronato --que se reunirá el próximo 20 de septiembre-- para luego firmar el contrato y que él mismo presente su proyecto"; pero agrega, "se trata de un comisario joven para también ahorra un poco y que traerá a esta edición de la Bienal a artistas más jóvenes".
Esta cuarta edición, por tanto, tendrá como única sede el Monasterio de la Cartuja, a juicio de Aizpuru "un lugar tan especial que no hay otro en el mundo que reúna las condiciones para un evento de estas característica", puesto que "tiene salas pequeñas para obras intimistas, y para las obras de gran formato tiene la iglesia, pero tiene también el patio de la chimeneas, y las huerta para obras al aire libre".
Y claro, continúa, "teniendo un emplazamiento así para que vas a ir a otro sitio y desperdigar energía"; además, añade, "con el poco presupuesto con el que contamos, si se ponen tres o cuatro sedes hay que controlar y vigilar mucho más y es muy difícil llevarlo bien".
Por último, Juana de Aizpuru ha confesado que "aún le parece imposible que se vaya a celebrar esta cuarta edición", y que, aunque en un principio su pretensión era ejercer de presidenta de honor y "ser como un florero", "está el trabajo del día a día que alguien tiene que hacer, por lo que cada vez me estoy metiendo más, y en estos momentos detento el papel de directora, porque es difícil encontrar una persona idónea y además así no cargamos el presupuesto", concluye.
