La cita se producirá después de que el jefe del Ejecutivo israelí haya rechazado suspender la construcción en los asentamientos judíos en suelo palestino, condición fijada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para reanudar el proceso de paz, bloqueado desde la ofensiva israelí contra Gaza de diciembre y enero pasados.
La reunión también tendrá lugar pese a que el enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, George Mitchell, no haya conseguido en una maratoniana semana de contactos arrancar ningún compromiso a las partes que pavimente el camino para un eventual proceso de paz o la normalización de Israel con los países árabes de la región.
Eso explica que el anuncio el sábado de que los dirigentes israelí y palestino se avienen a reunirse con Obama, que ejercerá de maestro de ceremonias antes del inicio del período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, sorprendiera a muchos.
Analistas locales consideran la reunión a tres bandas un intento desesperado por salvar la imagen del presidente norteamericano en una foto que consagre, al menos, el primer acercamiento entre israelíes y palestinos bajo su administración.
El encuentro es el primero que mantendrán Netanyahu con Abas desde que el líder israelí asumió el poder en marzo y se producirá después de que Obama se reúna por separado con ambos.
Los encuentros bilaterales precederán en apenas minutos a la cita a tres bandas, que está programada para las 11.00 de la mañana, hora local en Nueva York (15.00 GMT), en el hotel Waldorf-Astoria, adelantan los medios.