Según aseguraron ayer a este diario fuentes consultadas del ente mancomunado, las obras de rehabilitación “se iniciaron en el mes de febrero del año 2008 por parte de la empresa malagueña Clar Rehabilitación, después de la pertinente adjudicación de la actuación, por parte de la Mancomunidad”.
Sin embargo, la citada firma “presentó suspensión de pagos, por quiebra en el mes de septiembre del pasado ejercicio”.
Concurso de acreedores
Por tanto, las mismas fuentes recuerdan que, como suele ocurrir en estos casos, se estableció un concurso de acreedores, “ante el que está al frente la Administración judicial”, órgano que “es el que decide cómo se administran los pagos que la institución comarcal realiza a Clar Rehabilitación, abonando las cantidades a las distintas empresas de la que la firma es deudora”.
Ante tales circunstancias, como consecuencia de esta situación, “hasta tanto no concluya dicho concurso de acreedores no se puede volver a adjudicar las obras”.
Con respecto al correspondiente expediente de dicho trámite, las fuentes consultadas de la institución comarcal inciden en que “se está reactivando” en la actualidad y prosigue a “buen ritmo”.
Por tanto, “se ha previsto que, en un plazo de un mes y medio”, las obras “puedan volver a ser sacadas a licitación” a otra empresa interesada en dicha actuación.