Jerez

El nuevo comedor social, pendiente de los últimos flecos

Finalmente su fundador no hará huelga de hambre tras solucionar los problemas de la licencia de apertura

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El nuevo comedor social privado “Nos importas Jerez” con el que el proyecto solidario Estella del Marqués que capitanea Loren Hinojosa da un paso más podrá abrir sus puertas en breve a la espera de que esta semana se resuelvan los últimos flecos administrativos necesarios para obtener la licencia de apertura. Este permiso se había solicitado hace dos meses y debido a la demora el fundador de esta iniciativa había decidido iniciar este lunes una huelga de hambre. Finalmente, tras una reunión con el Ayuntamiento a finales de semana, ha decidido suspender esta protesta tras el compromiso de que una vez modifiquen una serie de incidencias del proyecto del arquitecto podrán obtener la licencia.   
Desde 2013 cada domingo un grupo de vecinos de Estella del Marqués capitaneados por liderados por Loren Hinojosa se reúnen cada mañana en la cocina de uno de ellos para preparar raciones de macarrones para unos comensales a los que muchos dan la espalda y  que procuran no faltar a la Plaza de las Angustias para garantizarse al menos una comida del día.
No sólo le sirven pasta, les llevan su pieza de fruta, su pan y su refresco para comer. Llueva o diluvie el proyecto Solidarios Estella del Marqués, que además echa una mano a las familias que lo necesitan (ayudándoles con pañales, con leche o productos de primera necesidad que no estén a su alcance) es fiel a esta cita, pero en el último año ha dado un paso más para dignificar la rutina de estas personas. ¿Cómo?Poniendo en marcha el comedor social “Nos importas Jerez” (calle Juana Jugan nº15, junto a Madre Coraje) que han financiado gracias a la inversión  de una fundación privada de Suiza dedicada a causas sociales que contactó con ellos. Tienen claro que ya es hora de que estas personas puedan sentarse en una mesa donde comer, pero con lo que no contaban después de un año en el que “nos ha costado la vida” resolver una serie de problemas para poder alquilar el local (cuyo coste pagará la fundación), es con que llegado el momento iban a toparse con la burocracia propia del Consistorio aún tratándose de una causa social. Ahora parece que después de un año de intenso trabajo, por fin van a ver hecho realidad su sueño.

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