Jerez

Seis minutos de gloria ante la Blanca Paloma

Las palmas por bulerías se han convertido en el enésimo emblema a la hora del reencuentro de la Virgen ante el Simpecado jerezano. Ha sido a las 12,11 horas

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Corrían las 12:11 de un nuevo y caluroso Lunes de Pentecostés y los fieles arropaban a Nuestra Señora del Rocío acompañados del característico rumor que suele hacerse presente a su paso, un eco que confunde las campanas de las sedes de la aldea con el bullicio que rodea a la Reina de las Marismas.

De repente, un nuevo son surgía en la calle Almonte para hacer presagiar que, en efecto, la Blanca Paloma se acercaba un año más a la casa de hermandad de Jerez de la Frontera: las palmas por bulerías se han convertido en el enésimo emblema de la forma que tiene la filial del cordón morado de entender esta devoción. De ese modo, ha irrumpido la imagen de Fray José Gil, director espiritual de la corporación​, que enérgicamente ha reclamado la venida de la imagen mariana al entorno del porche de los brezos.

Y así ha sucedido, la Virgen ha avanzado entre la marabunta y los seis minutos que Ésta ha permanecido en el enclave se han traducido en instantes de éxtasis rociero durante los cuales no han faltado los rezos, la petalada y, cómo no, los clásicos empujones por los que la patrona del poblado onubense ha llegado frente por frente al simpecado de la filial jerezana.

En definitiva, la de este 2017 ha sido una visita tardía – el año pasado arribó a las 11:40 – que, sin embargo, no ha ido en perjuicio del fervor por el que tantos romeros han peregrinado desde el miércoles de la semana pasada.

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