El debate, marcado por el fin de la legislatura y el adiós de la vicepresidenta, Elena Salgado, ha reflejado el malestar de los grupos parlamentarios por una recuperación del impuesto que han tachado de electoralista, aunque ellos mismos no han querido dejar constancia clara de su rechazo.
En la defensa del decreto ley, Salgado ha alegado que la vuelta del impuesto, con el que se aspira a recaudar 1.000 millones de euros de 160.000 contribuyentes, servirá para reforzar la estabilidad presupuestaria y potenciar la equidad.
También con el objetivo de no perjudicar a las clases medias el mínimo exento se eleva a 700.000 euros.